Por: Padre Rodolfo Juarez
El Mensajero Católico
(El 1 de mayo de 2024, en la parroquia de San Antonio, Davenport, Iowa, se dirigieron esta palabras a la comunidad)
En esta fiesta de san José Obrero, nos unimos como personas de fe, de distintos credos, convicción religiosa, y personas de buena voluntad; para abogar por la dignidad humana y el respeto entre todas las personas y para apoyar a la comunidad inmigrante en Iowa. Somos una nación de inmigrantes. Unos llegaron antes y otros después, y otros siempre han estado aquí.
Hoy, los obispos católicos de Iowa y líderes de otras organizaciones civiles, religiosas y seglares han proclamado su oposición a las leyes migratorias severas, como la más reciente ley de Iowa SF 2340. Esta ley, la cual es desproporcionadamente punitiva en sí, no provee ninguna solución viable para residentes sin estado legal. La delegación de oficiales locales y estatales, para enjuiciar a personas por crímenes migratorios estatales sin financiamiento, entrenamiento y pleno conocimiento del estado legal de personas, corre el riesgo de perfil racial y demandas legales.
Hoy, nos unimos a la comunidad de inmigrantes; para exigir una reforma migratoria que identifica y previene la entrada de terroristas y criminales peligrosos; pero que aún protege los derechos humanos y la dignidad de todos.
Como votantes y ciudadanos preocupados, juramos trabajar por el bien común con todas las personas de buena voluntad; para reformar nuestras leyes, proteger a los más vulnerables entre nosotros, dar la bienvenida al forastero y vivir en paz con todo el mundo.
Oremos: Dios de Amor y de Justicia, concede protección a todos aquellos al margen de la sociedad, y protege aquellos que protegen y sirven a nuestro país. Ayúdanos a crear una nación más justa y segura, que vive los valores norteamericanos de la paz, la libertad y de justicia para todos.
Pbro. Rodolfo Juárez
Vicario Episcopal para la comunidad hispana, Diócesis de Davenport
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