Los miembros de la parroquia St. John Vianney en Bettendorf se reúnen para rezar el rosario el 5 de mayo.
Por: Anne Marie Amacher
El Mensajero Católico
BETTENDORF — “El primer misterio es cómo desenredar el rosario”, se rió uno de los miembros de los Caballeros de Colón el 5 de mayo en la parroquia de San Juan Vianney. Los voluntarios desenredaron cuidadosamente el gigantesco rosario casero hecho de madera y cuerda por el Boy Scout Águila Paul Willett. El rosario había sido guardado en una caja grande. Los Caballeros decidieron que necesitaban encontrar una mejor manera de almacenar el rosario cuando no estuviera en uso.
Este año comenzó una nueva tradición en la que durante mayo, los grupos parroquiales se turnan para dirigir el rosario después de la Misa dominical de las 8:30 a.m., en el centro de actividades. El 5 de mayo, se colocaron sillas en forma de rosario. Idealmente, participan 60 personas.
Pat Monahan, quien preside el ministerio de vocaciones de la parroquia, dijo que los Caballeros recitan el rosario el primer viernes de cada mes. Querían expandir la participación. El comité de vocaciones decidió que ofrecer un rosario parroquial, utilizando el tiempo que hay entre Misas, “es una gran oportunidad para tener solidaridad”. Mayo, el mes de María, parecía una buena oportunidad para reunir a la parroquia.
Los líderes del rosario del 5 de mayo — los Caballeros y la Hermandad de Hombres —rezaron los misterios gozosos. El 12 de mayo (Día de la Madre), las comisiones litúrgicas lideraron los misterios luminosos. Los círculos de mujeres lideraron los misterios dolorosos el 19 de mayo y otros ministerios liderarán los misterios gloriosos el 26 de mayo.
El Padre Tony Herold, sacerdote jubilado que sirve a la parroquia, sostuvo el crucifijo tallado a mano del rosario grande y rezó el Credo de los Apóstoles tallado en el reverso para comenzar las oraciones. Los feligreses, desde niños pequeños hasta personas mayores, se turnaron para recitar su parte, ya sea un Ave María o el comienzo de una nueva década. Cada cuenta que inicia una década presenta uno de los cuatro misterios tallados en ella.
“Esto fue hermoso”, dijo la feligresa Shirley Solymossy. “Que pudiéramos reunirnos para dedicar tiempo a María y rezar juntos como grupo”. Ella ve la necesidad de más actividades devocionales como esta. Emeric Solymossy, de la Hermandad de Hombres, se sintió alentado por la asistencia, especialmente las familias con niños presentes. Inicialmente, los Caballeros pensaron en hacer un rosario de hombres, pero luego alguien preguntó: “¿Qué pasa con las esposas?”, dijo Emeric Solymossy. Alguien más preguntó: “¿Qué pasa con los niños?” Entonces los Caballeros decidieron invitar a todos a rezar el rosario.
En total, 57 personas participaron en la recitación del rosario el 5 de mayo. Después, los miembros de los Caballeros y de la Hermandad de Hombres colocaron cuidadosamente el rosario en una caja de madera y lo llevaron al espacio de reunión. Allí, la caja, dejada abierta, está frente a una pintura de María que creó la feligresa Mona Wolbers. “Nada es más poderoso que decir el rosario juntos”, dijo Emeric Solymossy.
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