Seis pasos prácticos para dar la bienvenida y la pertenencia

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Lindsay Steele Los participantes de la conferencia juvenil se preparan para la Misa en el Bridge View Center en Ottumwa. Arzobispo-Electo Thomas Zinkula celebró la Misa y compartió la homilía.

Por Patrick Schmadeke

A fines de agosto, se llevaron a cabo sesiones de Zoom en toda la diócesis para representantes de parroquias y escuelas, que están ayudando a liderar los esfuerzos locales para integrar más profundamente la bienvenida y la pertenencia en sus identidades comunitarias. Centrarse en la bienvenida y la pertenencia no es una cuestión de añadir más al trabajo que ya se tiene. Más bien, se trata de fundamentar todo lo que ya estamos haciendo en la bienvenida y la pertenencia.

Lo que compartimos con los representantes se puede compartir con todos. Dar la bienvenida y pertenecer no es el trabajo de unos pocos, sino de toda la comunidad. La URL y el código QR al final de este artículo van directamente a los recursos compartidos en Zoom. Aquí hay un resumen de parte de lo que compartimos: seis posibles pasos que cualquier persona o comunidad puede empezar a hacer.

1) Agregar una petición durante las oraciones de los fieles en la Misa, es una manera fácil e importante de involucrar a toda la comunidad en este esfuerzo de bienvenida y pertenencia. Como el Papa Francisco transmitió en la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa, todos son bienvenidos en la vida de la Iglesia.

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2) Dar la bienvenida a los que recién llegan a participar en la misa de esa parroquia. Los gestos cálidos que saludan a las personas de una manera acogedora en la puerta son un buen comienzo. Comenzar la misa con todos saludándose es una forma de reconocer a la comunidad que se ha reunido. Reconocer a todos los que nos rodean durante el signo de la paz también construye comunidad. Finalmente, durante los anuncios, exprese palabras específicas de saludo a los recién llegados: “si están buscando una casa parroquial, los queremos aquí”. Finalmente, todos podemos ser intencionales al iniciar una conversación con personas que notamos en la misa, pero que no hemos conocido antes.

3) Las redes sociales son una herramienta efectiva para llegar a aquellos dentro y fuera de nuestras comunidades. Una parroquia en la diócesis toma una foto de los nuevos miembros e incluye una breve biografía de la persona o familia. Esta es una forma de expresar la bienvenida al recién llegado. Las redes sociales tienen un gran alcance. Mostrar el rostro de la comunidad al mundo en general puede ayudar a atraer a más personas a la parroquia.

4) Hemos descubierto que los grupos pequeños cultivan la pertenencia en nuestras comunidades. A menudo es posible pertenecer a comunidades a nivel superficial, incluso de forma anónima. Los grupos pequeños son una excelente manera de reunirse alrededor de la mesa unos con otros y traer fe a la vida cotidiana. Nadie tiene que tener todas las respuestas. Todos ponemos a Jesús en el centro. Con esa base, las cosas tienen una forma de despegar.

5) La oficina diocesana de liturgia desarrolló una encuesta de accesibilidad parroquial que ayuda a las comunidades a evaluar consideraciones auditivas, de movilidad, visuales y de otro tipo. Un consejo parroquial, personal o grupo de voluntarios puede asumir la tarea de dicha herramienta de evaluación y, luego, responder a las necesidades que se presenten. Aquí está el enlace a esa evaluación: https://tinyurl.com/3vcc676e

6) Finalmente, creceremos en acogida y pertenencia si tratamos esto como una cuestión de integración. Si lo tratamos como una lista de verificación, entonces el esfuerzo se desvanecerá. Una forma de entrenar nuevos hábitos es agregar la bienvenida y la pertenencia como un tema regular de la agenda de cualquier consejo, junta o comité que se reúna durante el próximo año. Imagínese ser responsable de esta pregunta en cada reunión: “¿qué he hecho esta semana para profundizar un sentido de bienvenida y pertenencia en nuestra comunidad, especialmente a los recién llegados o a las personas con las que normalmente no interactúo?”

Para ayudarnos a enfocarnos en la acogida y la pertenencia, hemos estado recurriendo a la imagen de la tienda del libro de Isaías en el que Dios dice: “agranda el espacio de tu tienda”. Ampliar la tienda de nuestras comunidades no es algo con lo que siempre nos sentiremos cómodos: Dios puede estar pidiendo a nuestras comunidades que evolucionen. En medio de la apertura a cosas nuevas, pedimos al Espíritu Santo, “Señor y Dador de Vida”, que respire vida en nuestras comunidades y nos impulse a lo largo de este camino de bienvenida y pertenencia.

Dirección URL: https://davenportdiocese.org/zoom-resources

 


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