Por Miguel Moreno
El Mensajero Católico
Las letanías son una forma de oración breve, que expresan nuestro ruego y necesidad. Entre estas oraciones breves, se encuentra la siguiente: “San José, Ilustre descendiente de David. ¡Ruega por nosotros!”
¿Por qué decimos esto de san José? Porque según la Biblia, nuestro Salvador vendría de la descendencia de David. En la Biblia en el Segundo libro de Samuel 7, 11-13, el profeta Natán le dice a David lo siguiente: “Pues bien, ahora el Señor te anuncia que te fundará una dinastía. Cuando tu vida se acabe y descanses con tus antepasados, mantendré a tu descendencia, a un vástago salido de tus entrañas, y consolidaré su reino. Él construirá una casa en mi honor y yo consolidaré para siempre su trono real.”
Esta es una profecía: “¡De tu descendencia, vendrá el Salvador!” Bueno, sepamos que José era descendiente de la
sangre real de David, por eso, tanto el evangelio de Mateo como de Lucas, señalan que José es descendiente del rey David. En el evangelio de Mateo 1, 20 se le llama a José: “Hijo de David.”
Esta letanía no solo nos recuerda que San José es descendiente de David, sino que Dios está cumpliendo con su promesa, que la profecía de Natán, se realiza. En esta letanía, reconocemos el linaje de San José y, que a través de él, se cumplió con la profecía.
Oremos, para que a imitación de San José, quien supo responder a la misión que Dios le encomendó, nosotros también podamos cumplir con nuestra tarea.
La próxima vez que escuchemos esta letanía, recordemos que en San José, se cumplió esta hermosa profecía.