Hay alentadoras noticias sobre el desarrollo y distribución de la vacuna contra el coronavirus. ¡Gracias a Dios!
A algunas personas les preocupa la seguridad de la vacuna debido a la velocidad de su desarrollo y por la rápida aprobación de la FDA.
Al respecto, los expertos explican que la velocidad es testimonio de avances científicos que convirtieron años en meses, sin comprometer la seguridad e integridad científica.
Algunas personas también están preocupadas por el riesgo de efectos secundarios. No existe un vínculo científicamente probado entre las vacunas y otras afecciones, como el autismo.
No es raro experimentar efectos secundarios menores por la vacunación. Las personas pueden sentirse incómodas temporalmente, pero el beneficio de la vacuna supera cualquier carga.
Finalmente, hay noticias preocupantes, que algunas compañías farmacéuticas, utilizaron líneas de células de tejidos fetales, de un bebé abortado, en el diseño, desarrollo y producción de sus vacunas.
En respuesta, los Comités Pro-vida y Doctrina de la USCCB dijeron lo siguiente:
“Las personas pueden usar en conciencia las vacunas producidas por Pfizer y Moderna, que solo hicieron un uso limitado de esas líneas celulares poco éticas (para las pruebas de laboratorio de la vacuna). Moralmente hablando, la vacuna que ofrecen estas dos empresas está relativamente alejada de la maldad del aborto, por lo que no es necesario que nadie se preocupe por usar ninguna de ellas. Por el contrario, algunas otras empresas utilizan una línea celular del tejido fetal de un bebé abortado en el diseño, desarrollo, producción y pruebas de laboratorio de sus vacunas COVID. Si es posible, esas vacunas no deben usarse. Sin embargo, si no hay una alternativa disponible, las personas pueden usarlas de buena fe contra el riesgo grave para la salud de COVID. El bien común de la salud pública tiene prioridad sobre cualquier reserva sobre el tratamiento con vacunas; no serán efectivos si la gente no los usa.”
Reverendísimo Michael Jackels, Arzobispo de Dubuque
Reverendísimo R. Walker Nickless, Obispo de Sioux City
Reverendísimo Thomas Zinkula, Obispo de Davenport
Reverendísimo William Joensen, Obispo de Des Moines