Por Hermana Irene Munoz
El Mensajero Católico
La presencia Hispana en la Iglesia de Santa María De La Visitación en Ottumwa, es una gracia de Dios que vino rápido y llena de muchas sorpresas. Tanta gente llegando a un pueblito tranquilo con aspiraciones de buscar una vida mejor y buscar a Dios en un país nuevo. En el año 2002, llegó un señor de un pueblo cercano y me preguntó si conocía la Renovación Carismática Católica. ¡Por supuesto, le conteste! Yo estuve muy envuelta en el movimiento en los años 70’s. Este señor con mucho conocimiento de la Renovación, lo introdujo en español en nuestra parroquia. El párroco de aquel tiempo dio su consentimiento. Pues, así comenzó el movimiento con un grupo de 5 a 6 personas y con el tiempo creció rápido por la gracia de Dios. Era un tiempo especial a sentir la presencia real del Espíritu con alabanzas y a recibir los dones que el Espíritu nos ofrece. Los dones recibidos, como sabemos, son para el bene-
ficio de la Iglesia. Yo vi crecer el liderazgo en la iglesia por esos dones recibidos. Hoy seguimos con el grupo de oración y hemos visto muchos milagros, y cambios en la comunidad que ayudan a traer el reino de Dios. Se notaba que una vez que recibían el bautizo del Espirit seguían con un hambre enorme de conocer más a Dios. Isaías 55, 1: “A ver ustedes, que andan con sed vengan a tomar agua”. La Renovación Carismática está moviéndose y transformando las vidas con deseos de proclamar las Buenas Noticias.
“¿Cómo pueden creer si no han oído hablar de Él? Y como pueden oír hablar de Él si no hay nadie que predique”. (Romanos 10,14) El Espíritu Santo ha encendido un deseo grande en el pueblo, de seguir a Jesús.
Escuchen lo que dice una mujer de la renovación: “Mi nombre es Griselda, para mí la Renovación Carismática es algo muy importante dentro de la Iglesia Católica, ya que es un movimiento dentro de ella que muchos no conocen pero que existe. Yo conozco la Renovación desde el año 2003 y allí, para mí, ha sido algo hermoso a través de esos grupos. Yo fui sanada de una depresión muy fuerte. Yo tomaba medicamentos pero solo me mantenían cansada y cuando oraron por mí, fui sanada! La vida para mi ahora es hermosa. Dios cambio mi vida para bien y ese amor que Dios nos da es para compartir a los demás y darles ese Dios vivo como mostraron conmigo. “Y les dijo: Vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva” (Marcos 16:15). En la Renovación Carismática una oración va más allá. Es la comunicación directa con Dios porque el Espíritu Santo fluye en cada persona que lo aclama porque Dios está vivo y vive en cada uno de nosotros”. ¡Qué testimonio! ¡Dios es muy grande!
La Santa Escritura nos dice: “Decía además Jesús a la gente: Cuando ustedes ven la nube que se levanta al poniente, inmediatamente dicen que va llover; y así sucede. Cuando sopla el viento sur, dicen que hará calor, y así sucede…Ustedes saben interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, y no comprenden el tiempo presente? (Lucas 12, 54-56). Este es el momento que presenta signos vitales que necesitan interpretación. El Espíritu de Dios nos permite descubrir las nuevas oportunidades que esos signos revelan. Esto requiere que nos mantengamos abiertos a la Palabra de Dios, para poder discernir nuestra misión como cristianos en el mundo de hoy. La Renovación Carismática ha llegado a nuestras comunidades. Debemos ver con nuestros ojos y oír con los oídos de lo que Dios nos está diciendo en este movimiento. El Espíritu de Dios nos llama, ¿estamos listos a responder?
(Hermana Irene Muñoz es asociada pastoral en ministerio multicultural de las parroquias Catolicas de Ottumwa.)