Dear Brothers and Sisters in Christ,
In my new role as your bishop, I think not only of the life of the Church in the parishes of our diocese, but of parishes and dioceses all around the world. What are the pressing needs?
The first ideas that come to mind might be evangelization efforts, catechesis programs, sacramental preparation for families, or support for seminaries and religious communities that encourage young people to discern vocations as priests or religious sisters or brothers. While such faith-strengthening pastoral ministries are among the visible ways the Church carries out its mission to prepare Christian disciples, the Church also needs responsible administration of parish and diocesan resources. A solid foundation in financial management and recordkeeping helps pastors build trust in the local Church and use limited financial resources with transparency and responsibility.
In the short time I have been here, I have learned of the generosity shown by way of mission appeals invitations extended to foreign dioceses and religious orders, as well as the unique support we provide to African priests continuing their formal education at St. Ambrose University while living in residence at St. Vincent Center. Yet there remains many outstanding, unmet needs relating to Church administration, particularly on a continent where the size of the Church has tripled in the last 30 years.
Recognizing this need, the Solidarity Fund for the Church in Africa supports episcopal conferences’ efforts to train pastors, administrators, and financial staff in budgeting, management, and procedures to improve transparency and accountability. A Solidarity Fund grant to the National Episcopal Conference of Cameroon helped the Diocese of Ngaoundéré train 136 members of 29 parish councils in these skills, empowering them to manage financial matters with competence and reliability. The Solidarity Fund also granted funds to the National Episcopal Conference of Congo (in the Democratic Republic of Congo) to conduct financial management training for 121 diocesan and parish staff from the Diocese of Buta. As someone with a background in parish and diocesan financial matters, I know the value of such targeted training and appreciate these types of efforts.
By participating in the collection for the Solidarity Fund for the Church in Africa, you show your dedication to the growing African Church and its commitment to being good stewards of resources, building trust, and delivering the Gospel to all. Please be generous through the offertory collection envelope or your parish’s e-offertory platform. To learn more about the Solidarity Fund for the Church in Africa, visit www.usccb.org/africa.
Thank you and God bless.
Sincerely yours in Christ,
Most Rev. Dennis G. Walsh
Bishop of Davenport
Los Fondos de Solidaridad Ayudan a la Iglesia en África
Queridos Hermanos y Hermanas en Cristo:
En mi nuevo papel como obispo, no solo pienso en la vida de la Iglesia en las parroquias de nuestra diócesis, sino en las parroquias y diócesis de todo el mundo. ¿Cuáles son las necesidades más urgentes? Las primeras ideas que me vienen a la mente pueden ser los esfuerzos de evangelización, los programas de catequesis, la preparación sacramental para las familias o el apoyo a los seminarios y las comunidades religiosas que alientan a los jóvenes a discernir sus vocaciones como sacerdotes, religiosos y religiosas. Si bien estos ministerios pastorales que fortalecen la fe se encuentran entre las formas visibles en que la Iglesia lleva a cabo su misión de preparar discípulos cristianos, la Iglesia también necesita una administración responsable de los recursos parroquiales y diocesanos. Una base sólida en la gestión financiera y el mantenimiento de registros ayuda a los pastores a generar confianza en la iglesia local y a utilizar los recursos financieros limitados con transparencia y responsabilidad.
En el breve tiempo que llevo aquí, he podido conocer la generosidad que se ha demostrado a través de las invitaciones a las diócesis y órdenes religiosas extranjeras que se han ofrecido a participar en las Campañas Misioneras, así como el apoyo único que brindamos a los sacerdotes africanos que continúan su educación formal en la Universidad de San Ambrosio y que viven en la residencia de San Vicente. Sin embargo, aún quedan muchas necesidades pendientes sin satisfacer en relación con la administración de la Iglesia, en particular en un continente donde el tamaño de la Iglesia se ha triplicado en los últimos 30 años.
Reconociendo esta necesidad, el Fondo de Solidaridad para la Iglesia en África apoya los esfuerzos de las conferencias episcopales para capacitar a los pastores, administradores y personal financiero en materia de presupuestos, gestión y procedimientos para mejorar la transparencia y la rendición de cuentas. Una subvención del Fondo de Solidaridad a la Conferencia Episcopal Nacional de Camerún ayudó a la Diócesis de Ngaoundéré a capacitar a 136 miembros de 29 consejos parroquiales en estas habilidades, capacitándolos para gestionar los asuntos financieros con competencia y fiabilidad. El Fondo de Solidaridad también otorgó fondos a la Conferencia Episcopal Nacional del Congo (en la República Democrática del Congo) para realizar una capacitación en gestión financiera para 121 miembros del personal diocesano y parroquial de la Diócesis de Buta. Como alguien con experiencia en asuntos financieros parroquiales y diocesanos, conozco el valor de una capacitación tan específica y aprecio este tipo de esfuerzos.
Al participar en la colecta para el Fondo de Solidaridad para la Iglesia en África, usted muestra su dedicación a la creciente Iglesia africana y su compromiso de ser buenos administradores de los recursos, generar confianza y llevar el Evangelio a todos. Por favor, sea generoso a través del sobre de la colecta del ofertorio o la plataforma de ofertorio electrónico de su parroquia. Para obtener más información sobre el Fondo de Solidaridad para la Iglesia en África, visite www.usccb.org/africa.
¡Gracias y que Dios los bendiga!
Sinceramente suyo en Cristo,
Rev. Mons. Dennis G. Walsh
Obispo de Davenport