Por: Dia. Frank Agnoli
El Mensajero Católico
La Eucaristía, el regalo de Jesucristo de sí mismo y la revelación del amor de Dios para cada persona, se encuentra en el corazón de nuestra fe católica. Celebrar la Eucaristía nos hace quienes somos, nos da la gracia de ser vidas eucarísticas. Después de más de dos años bajo la sombra de la pandemia, los obispos de los Estados Unidos han invitado a la Iglesia a unirse en un “Avivamiento Eucarístico”. Los obispos esperan que, “al entablar una relación viva con el Señor Jesucristo en la Sagrada Eucaristía”, la Iglesia en los Estados Unidos sea renovada y que los católicos de todo el país sean “sanados, convertidos, formados y unificados por el encuentro con Jesús en la Eucaristía — y sean enviados en misión ‘por la vida del mundo.’ “ La comunidad hispana ha iniciado este avivamiento eucarístico el 29 de junio con un Testimonio de fe y concluirá el domingo 21 de junio del 2025 en la Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo.
En su Exhortación Apostólica Sacramentum Caritatis, el Papa Benedicto XVI nos recordó que la Eucaristía es un misterio para ser creído, celebrado y vivido. Estas tres formas de mirar la Eucaristía están interconectadas; no pueden ser separadas una de la otra.
Un misterio para creer
Como católicos, hemos herederos una profunda y rica teología de la Eucaristía. Entonces, parte del avivamiento es ayudarnos a todos a llegar a un mayor conocimiento y apreciación de lo que creemos acerca de la Eucaristía. Cuando hablamos de la Presencia Real de Cristo, ¿qué significa eso? Cuando celebramos la Eucaristía, ¿qué es lo que estamos haciendo? ¿Cómo se relaciona nuestra creencia con la forma en que oramos y vivimos? Con ese fin, este es el primero de una serie de artículos mensuales que compartirán esa riqueza con todos nosotros. Los autores de la serie, Ella Johnson de la Universidad de San Ambrosio en Davenport y David Pitt del Instituto Loras en Dubuque, Iowa, son teólogos con experiencia en las áreas de liturgia, espiritualidad y sacramentos.
Un misterio para celebrar
“La Eucaristía” no es solo un sustantivo, es un verbo; es lo que hacemos. A medida que se desarrolla este avivamiento, exploraremos lo que significa celebrar y expresar nuestra fe a través de la Misa, a través de la adoración eucarística y en nuestra propia vida devocional. Por ejemplo, el avivamiento en nuestra diócesis comenzará con la celebración de la Liturgia Eucarística en la Catedral del Sagrado Corazón en Davenport, seguida de una procesión eucarística a la Iglesia San Antonio en Davenport. Se invitará a participar al clero de la diócesis y cada parroquia tendrá la oportunidad de enviar un cierto número de representantes. La liturgia bien celebrada puede profundizar la fe; lo opuesto también es verdad. Entonces, parte del desafío del avivamiento para todos los que ejercemos ministerios litúrgicos, tanto laicos como clérigos, es cómo proclamar nuestra fe más claramente al celebrar con un cuidado y una devoción más profundos.
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