Dear Brothers and Sisters in Christ,
World Mission Sunday, the annual worldwide eucharistic celebration for the missions of the Church, is on Oct. 23 this year. Pope Francis asks us to reflect on this year’s theme: “We cannot but speak about what we have heard and seen” (Acts 4:20). The Holy Father shares his zeal, reminding us that, “as Christians, we cannot keep the Lord to ourselves.” We instead are to “recall with gratitude all those men and women who by their testimony of life help us to renew our baptismal commitment to be generous and joyful apostles of the Gospel.” In other words, he invites us to speak of our faith!
World Mission Sunday provides us with this opportunity. We can speak about our faith and respond to our missionary call through prayer, participation in the Eucharist and giving generously to this collection. Your gifts support and sustain priests, religious and lay pastoral leaders in more than 1,100 mission dioceses in Asia, Africa, the Pacific Islands, and parts of Latin America and Europe as they proclaim the Gospel, build the Church, serve the poor, and speak of our shared faith in all corners of the world.
Every year in our diocese, we receive close to 100 requests from mission dioceses, religious orders and Church-related groups to come and speak in our parishes. We unfortunately are able to extend an invitation to only 14 groups in any given year. The World Mission Sunday collection benefits the groups that are unable to make their appeal in person.
Having just returned from a visit to Namibia and Malawi, World Mission Sunday means even more to me this year. While I was in Africa, I had the opportunity to hear directly of the work being undertaken with World Mission Sunday funds. Two of the things that stood out for me were, first, that the Catholic faith is alive and well in Africa. And, second, that the youth have a passion for religious education.
Grateful for your generosity, I ask for your support through prayer and sacrifice on World Mission Sunday and throughout the year as you are able.
Sincerely in Christ,
Bishop Thomas R. Zinkula
Bishop of Davenport
Ayudar a las diócesis misioneras en el mundo
Queridos Hermanos y Hermanas en Cristo,
El Domingo Mundial de las Misiones, la celebración anual eucarística mundial para las misiones de la Iglesia, es el 23 de octubre de este año. El Papa Francisco nos pide que reflexionemos sobre el tema de este año: “No podemos dejar de hablar de lo que hemos oído y visto” (Hechos 4, 20). El Santo Padre comparte su celo, recordándonos que, “como cristianos, no podemos quedarnos con el Señor para nosotros”. En cambio, debemos “recordar con gratitud a todos aquellos hombres y mujeres que con su testimonio de vida nos ayudan a renovar nuestro compromiso bautismal, de ser apóstoles generosos y gozosos del Evangelio”. En otras palabras, ¡nos invita a hablar de nuestra fe!
El Domingo Mundial de las Misiones nos brinda esta oportunidad. Podemos hablar de nuestra fe y responder a nuestro llamado misionero a través de la oración, la participación en la Eucaristía y dando generosamente a esta colecta. Nuestras donaciones apoyan y sostienen a los sacerdotes, líderes pastorales tanto religiosas como laicas, en más de 1100 diócesis misioneras en Asia, África, las Islas del Pacífico y partes de América Latina y Europa donde proclaman el Evangelio, construyen la Iglesia, sirven a los pobres y hablan de nuestra fe compartida en todo el mundo.
Cada año en nuestra diócesis, recibimos cerca de 100 solicitudes de diócesis misioneras, órdenes religiosas y grupos relacionados con la Iglesia que desean venir y hablar en nuestras parroquias. Desafortunadamente, solo podemos extender la invitación a 14 grupos cada año. La colecta del Domingo Mundial de las Misiones beneficia a los grupos que no pueden hacer su llamamiento en persona.
Yo recién he regresado de una visita a Namibia y Malawi, por eso, el Domingo Mundial de las Misiones significa mucho más para mí este año. Mientras estuve en África, tuve la oportunidad de escuchar directamente sobre el trabajo que se está realizando con los fondos del Domingo Mundial de las Misiones. Dos de las cosas que me llamaron la atención: primero, la fe católica está viva y bien en África y, segundo, los jóvenes tienen pasión por la educación religiosa.
Agradecido por su generosidad, les pido su apoyo a través de la oración y el sacrificio en el Domingo Mundial de las Misiones y a lo largo de todo el año.
Sinceramente en Cristo,
Mons. Thomas R. Zinkula
Diócesis de Davenport