Dear Brothers and Sisters in Christ,
The Catholic Church has long taught that participating in the Sunday Eucharist is part of our baptismal identity, since the Eucharist expresses and makes us who we are, the Body of Christ. The Eucharist is vital for living the Christian life — as individuals and as a community — because it feeds us with the spiritual food that sustains us.
According to Church teaching:
The Sunday Eucharist is the foundation and confirmation of all Christian practice. For this reason, the faithful are obliged to participate in the Eucharist on days of obligation, unless excused for a serious reason (for example, illness, the care of infants) or dispensed by their own pastor (c. 1245). Those who deliberately fail in this obligation commit a grave sin (Catechism of the Catholic Church, § 2181) (cf. c. 1247).
In order to support people who feel obliged to attend Mass even though they are at high risk if they become infected with the COVID-19 virus and therefore are excused from attending Mass, I temporarily dispensed the faithful from the obligation to participate in Mass on Sundays and Holy Days.
Ever since the pandemic began in Iowa in early 2020, we have seen waves of the virus. It rises, peaks and ebbs, and eventually begins to rise once again. Unfortunately, our diocese continues to experience high infection rates.
We are weary of this pandemic, but we cannot pretend that it is over. It still lurks in our rural and urban communities. It continues to infect the vulnerable and is straining the healthcare system. The false sense of security brought by abandoning the Centers for Disease Control and Prevention (CDC) safety protocols further delays the eradication of the virus.
I do not want to pressure the faithful who are at-risk to return to Mass before they are ready by lifting the dispensation prematurely. I also do not want to play yo-yo by lifting it during a decline in transmission, re-issuing it when it rises again, and so on. Therefore, I am maintaining the dispensation of the obligation to participate in the Sunday Mass until it is safe to relax the safety protocols in accordance with the recommendations of the CDC.
Please join me in prayer that this will be soon. Your self-sacrifice during this time for the benefit of others (the common good) is greatly appreciated.
Sincerely in Christ,
Most Rev. Thomas R. Zinkula
Bishop of Davenport
Continua la dispensa de la Misa dominical
Queridos Hermanos y Hermanas en Cristo:
La Iglesia Católica ha enseñado durante mucho tiempo, que participar en la Eucaristía los domingos es parte de nuestra identidad bautismal, ya que la Eucaristía nos expresa y nos hace ser lo que somos, el Cuerpo de Cristo. La Eucaristía es vital para vivir la vida cristiana, como individuos y como comunidad, porque nos nutre con el alimento espiritual que nos mantiene.
Según la enseñanza de la Iglesia:
La Eucaristía del domingo es el fundamento y la confirmación de toda práctica cristiana. Por este motivo, los fieles están obligados a participar en la Eucaristía en los días de precepto, a menos que sean excusados por una causa grave (por ejemplo, enfermedad, cuidado de infantes) o dispensados por su propio párroco (Canon 1245 del Derecho Canónico). Aquellos que deliberadamente fallan en esta obligación cometen un pecado grave (Catecismo de la Iglesia Católica, § 2181) (cf. c. 1247).
Con el fin de apoyar a las personas que se sienten obligadas a asistir a misa a pesar de que tienen un alto riesgo de infectarse con el virus COVID-19 y, por lo tanto, están excusadas de asistir a misa, dispenso temporalmente a los fieles de la obligación de participar en la misa los domingos y los días de precepto.
Desde que comenzó la pandemia en Iowa a principios del 2020, hemos visto oleadas del virus. Se eleva, alcanza su punto máximo y refluye, y finalmente comienza a elevarse una vez más. Desafortunadamente, nuestra diócesis continúa experimentando altas tasas de infección.
Estamos cansados de esta pandemia, pero no podemos fingir que ha terminado. Todavía acecha en nuestras comunidades rurales y urbanas. Continúa infectando a los vulnerables y está ejerciendo presión sobre el sistema de salud. La falsa sensación de seguridad que trae el abandono de los protocolos de seguridad del Centro para el Control de Enfermedades (CDC) retrasa aún más la erradicación del virus.
No quiero presionar a los fieles que están en riesgo para que regresen a Misa antes de que estén listos, levantando la dispensación prematuramente. Tampoco quiero jugar al yo-yo, levantándolo durante un descenso en la transmisión, volviéndolo a emitir cuando sube de nuevo, y así sucesivamente. Por lo tanto, mantengo la dispensa de la obligación de participar en la misa los domingos hasta que sea seguro relajar los protocolos de seguridad de acuerdo con las recomendaciones de los CDC.
Únase a mí en oración para que esto sea pronto. Su abnegación durante este tiempo en beneficio de los demás (el bien común) es muy apreciado.
Sinceramente en Cristo,
Rev. Mons. Thomas R. Zinkula
Obispo de Davenport