Santuario de la Pasión de Cristo

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Por Padre Guillermo Treviño
El Mensajero Católico

Junto a padre Joseph Sia, fui invitado por el Ministerio Multicultural de la Diócesis de Davenport para ayudar en la dirección espiritual de la peregrinación de inicio del segundo año del programa de formación, el sábado 7 de julio a San Juan, Indiana, donde se encuentra el Santuario de la Pasión de Cristo. Tengo una gran devoción por la oración del Vía Crucis y fue fácil para mi decir que sí. De niño, en mi pa-rroquia se tenía el rezo del Vía Crucis todos los viernes durante el tiempo de Cuaresma. En mi primer trabajo pastoral en las pa-rroquias de San Alfonso y Sta. María en Davenport y en la parroquia de San Pedro en Búfalo, también se tiene el Vía Crucis. En mis dos viajes a Tierra Santa, he estado en la Vía Dolorosa, que es el camino por donde se reza actualmente el Vía Crucis.

Salimos de Davenport a las 6 a.m. en tres autobuses con 127 peregrinos. Pude dar la bendición a cada autobús tanto en la ida como en la vuelta. Me contaron que en los autobuses se rezó el Santo Rosario durante el trayecto. Llegamos al santuario alrededor de las 10 a.m. e inmediatamente el lugar fue inspirador. Había una enorme imagen de la Virgen María, llamada Nuestra Señora del Nuevo Milenio. Tiene 33 pies de alto y todo el grupo de peregrinos nos tomamos una foto allí.

Después de este saludo a la Virgen, caminamos en silencio hasta una réplica del Monte del Sinaí con Moisés y los Diez Mandamientos. Fue hermoso ver esto aquí, como un guiño al Antiguo Testamento. Siguiendo el camino, llegamos a una réplica de la Última Cena…los peregrinos podían sentarse a la mesa con el Señor Jesús. Los participantes estaban muy conmovidos. Luego, iniciamos el Vía Crucis…una por una cada estación durante todo un hermoso sendero.

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Para nuestro grupo, fue hermoso hacerlo juntos en español. Los peregrinos reflexionaban después de cada estación. El peregrinaje fue de aproximadamente media milla. Yo estaba conmovido. Cada parroquia hizo la oración de una estación… los peregrinos siguieron la Cruz.

Al final de las estaciones, todos estaban pensativos por lo que se había vivido. Sin embargo, era hora de comer para inmediatamente, después, terminar la peregrinación con la Santa Misa. El padre Sia celebró la misa con una hermosa casulla con la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe. Tuve la oportunidad de predicar y centré mi predicación en la pa-labra ‘exasperado’, de la cual no sabía su significado y quería llegar a la definición según dice la lectura bíblica ‘para no exasperar a los hijos’. Enfurecer es un buen sinónimo. Desafié al grupo diciendo que esta fue una experiencia increíble y hermosa. Sin embargo, tenemos que ser buenos ejemplos para nuestros hijos. No podemos estar dispuestos a obligarlos a hacer algo que nosotros no haríamos. Además, dado que todas las personas que vinieron son líderes en las parroquias, su actitud y comportamiento hacen una diferencia no solo para los niños sino para toda la parroquia.

Fue una peregrinación increíble que tocó el corazón de todos los participantes y, también, el mío. San Juan, Indiana está a solo 3 horas de Davenport y a 1 hora de Chicago y el Santuario de la Pasión de Cristo, como se lo llama, es una visita obligada para la fe y el desarrollo espiritual.

(Padre Guillermo Treviño es el vicario parroquial de la parroquia de San Patricio en Iowa City y San José, West Liberty.)


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