¡Bendecid, oh Señor, las familias!

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Por Ana Maria Shambaugh
El Mensajero Católico

¡Bendecid, oh Señor, las familias, Amén! ¡Bendecid, oh Señor, la mía también!

“La familia comience sabiendo por qué y donde va y que el hombre retrate la gracia de ser un papá. La mujer sea cielo y ternura y afecto y calor y los hijos conozcan la fuerza que tiene el amor”.

bendecid-11-24-16Con las líneas de esta conocida canción, que expresa en simples pa-labras el concepto de fami-lia, mi mente y corazón vuelan a bellos recuerdo junto a la mía. Mis ojos se llenan de emoción, recordando a mamá entonando esta canción el domingo en la santa misa. Yo sé que es su canción favorita, pronto entendí el bello mensaje que esta líneas encierran.

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Cuando pienso en las familias hispanas que viven en Estados Unidos, me pregunto, ¿cuántas conservan ese sentido de unión y apoyo que hace a una familia ser servidora de otras? Actualmente muchas familias están compuestas del papá, la mamá y los niños; otras solo la madre o el padre con los niños y, claro, hay las familias que tienen la bendición de contar con los tíos, primos, sobrinos, abuelos, abuelas. No importa cuántos integrantes componen nuestras familias, lo importante es saber qué estamos haciendo, para que nuestras familias sientan el llamado de Dios y actúen en la ayuda al prójimo.

Con alegría, los domingos suelo observar como muchas familias hispanas participan de las diferentes actividades en las parroquias. Me siento orgullosa al ver como muestra raíces de unidad se superponen a la diversidad de personalidades que las familias encierran; pero ante todo, ver las familias llenas de amor y solidaridad, sembrando valores humanos y cristianos; formando en los más pequeños, una verdadera comunidad de amor.
A poco tiempo de celebrar el día de Acción de Gracias, unámonos todos por una simple razón, el agradecer infinitamente a Dios por la vida, por las oportunidades que se presentan cada día, por las familias.

“Señor, Todopoderoso y Misericordioso, siempre te daré gracias porque has estado conmigo en todo momento. Me has ayudado y consolado cuando más lo necesitaba. Me has bendecido en la vida con todo lo que he necesitado. ¡Bendecid, oh Señor, las familias, Amén! ¡Bendecid, oh Señor, la mía también!


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