Agradezco a Dios…

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Familia Arellano-Moya

Durante un determinado tiempo, Dios se nos ha manifestado constantemente en nuestro núcleo familiar, llenándonos de dones y bendiciones. Una de las bendiciones más grandes ha sido el nacimiento de nuestros hijos. En la cual, realmente hemos experimentado el gran milagro de la vida.

Adrian Arellano-García, Aracely Arellano-Moya, Catherine Arellano-Moya y Emanuel Arellano-Moya.

Mi hija actualmente tiene 11 años, pero el día de su nacimiento no nos daban esperanzas de que sobreviviera. Estuvo internada por dos largos meses, fue un tiempo desgastador para nosotros por el cual le pedimos constantemente a Dios y a la Virgen María que nos la sanara y así fue.

Actualmente ella está perfecta y goza de una buena salud. Esta fue una de las más grandes bendiciones visible en nuestras vidas.

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Tres años atrás tuvimos unas experiencias inolvidables llenas de bendiciones. En esta nueva etapa de nuestra vida, yo le llamo el recuentro con el Padre, o nuestra segunda conversión, porque como familia nos habíamos alejado de Dios, pero Él nos llamó nuevamente para servirlo. En este nuevo llamamiento Dios nos concedió el don del sacramento del matrimonio y a mis hijos el sacramento del bautismo, y hace poco a mi hija le concedió el sacramento de la Eucaristía. En este corto plazo de tiempo, Dios nos ha mostrado su amor hacia nosotros, motivándonos constantemente a seguirlo.

Actualmente somos miembros activos de nuestra comunidad [Santa María y San Matías, Muscatine]. Sirviendo y compartiendo nuestras experiencias con Dios. No ha sido fácil, pero hemos logrado muchas cosas, como familia, gracias a la misericordia de Dios.

Hermanos, para crecer como familias siempre hay que sacar lo bueno de las dificultades, porque en el caminar de este mundo nada es fácil pero de la mano de Dios nada es imposible.

¡Dios los bendiga y que el Señor crezca en nuestros corazones!

Familia Wainwright-Rivera

Como familia, hemos tenido momentos maravillosos, llenos de alegría, amor, paz, compañía, perdón, prosperidad y gozo, en los cuales reconocemos la Mano Poderosa de Dios y su Bendición; pero también como familia hemos pasado momentos difíciles como enfermedades, muerte de un ser querido, dolores, tribulaciones y la difícil situación de inmigrar a un país con diferente lengua y costumbres, dejando atrás una parte de la familia; pero también por esos momentos de dificultad y sufri-miento agradecemos al Señor; pues, en nuestras debilidades y quebrantos, hemos experimentado su fuerza y fortaleza, en las carencias su Divina Providencia, y en los dolores, sufrimientos y soledades, su amor, su ternura y compañía.

German Joel Wainwright, Miriam Wainwright, Andy Wainwright y Kasey Wainwright (Santa Mariá de La Visitacion, Ottumwa)

Estamos convencidos que Dios es Todopoderoso, todo lo sabe y todo lo puede; pero, también que es nuestro Padre amoroso, que nos conoce, nos perdona y nos ama. Dios de amor, que siendo Dios, por amor se hizo hombre y conoció como nosotros la pobreza, el dolor, la pérdida de un ser amado, el amor, el trabajo, la amistad. Dios que caminó entre nosotros, comió y bebió, rio y lloró con nosotros, y como nosotros también fue inmigrante en tierra lejana.

Como familia agradecemos a Dios por todo lo que recibimos de sus bondadosas manos; por todo lo que nos da, pero también por lo que no nos da, por los momentos alegres y también por los tristes; si confiamos en su santa voluntad que es perfecta, en su misericordia y su amor de Padre, entonces, podremos ver su mano poderosa en cada paso que demos en esta vida, caminaremos llenos de esperanza, alegría y paz, aun en medio de las tormentas que tendremos que enfrentar; ya se nos dijo que estaríamos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas, pero también que no solo es justo y necesario darle gracias y en todo momento, pero que también es nuestro deber y Salvación!

¡GRACIAS, PADRE, POR TUS MISERICORDIAS,TUS BONDADESY TERNURAS QUE SON ETERNAS!


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